En el Ministerio de Sanidad ya avisan: no habrá aprobados generales y no habrá atajos ni guiños. Los exámenes a las provincias para pasar a la siguiente fase que se realizarán cada quince días serán exhaustivos y cada territorio, según los documentos del Gobierno, deberá superar las cuatro asignaturas («marcadores», les denomina Sanidad): la situación epidémica, la capacidad de identificación y contención precoz de fuentes de contagio y las medidas de protección colectiva

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Situación sanitario-asistencial

En esencia, los expertos valorarán si el sistema sanitario asistencial de la provincia, tanto en los hospitales como en atención primaria, estará listo en ese momento para hacer frente a un rebrote de la pandemia de coronavirus.

Sanidad mirará con lupa el número de camas UCI disponibles en cada momento y sobre todo las que están libres, además de la ‘calidad’ de esos puestos de UCI y la existencia de respiradores de reserva, que no tengan que ser retirados de los quirófanos como ha ocurrido en algunos de los momentos álgidos de la pandemia.

El abastecimiento de material sanitario es otro de los puntos importantes. El personal tiene que tener una reserva suficiente de mascarillas y de trajes de protección (EPI). Las farmacias hospitalarias tienen que estar perfectamente surtidas de medicación para los enfermos críticos y de pruebas de PCR y test rápidos para poder usarlos para discriminar rápidamente si un paciente con síntomas está realmente infectado. Los laboratorios de la provincia tienen que tener capacidad de poder analizar en el menor tiempo posible las muestras de sangre de los pacientes.

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Situación epidemiológica

Para determinar cómo evoluciona la pandemia lo principal para Sanidad será tirar de estadísticas. Básicamente se mirará la tasa de contagios de cada infectado, la incidencia acumulada de casos por cada 100.000 habitantes y la tasa hospitalaria (el porcentaje de hospitalizados por la Covid-19 sobre el total de ingresos).

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