Una mujer juega con el robot en uno de los centros. REUTERS

No son animales de verdad, pero eso es lo que menos importa a los pacientes de Alzhéimer de algunos Centros Comunitarios de Estados Unidos. Allí se ensaya una terapia de acompañamiento con estos animales robóticos, que se mueven y que emiten sonidos cuando les acarician. Según estudios sobre el Alzheimer, interactuar con estos perros no solo les ayuda a ejercitar y mantener la concentración sino también reduce sus niveles de estrés, ansiedad o depresión.

 » Más información en elpais.es