Las infecciones de transmisión sexual siguen disparadas en Barcelona. Si bien el VIH ha caído (332 casos en 2018, un 10,5% menos que el año anterior), los casos de gonorrea, sífilis y clamidia continúan desbocados, sobre todo entre los hombres. La tasa de sífilis por cada 100.000 habitantes entre ellos está en 161,9 casos, un 158% más que en 2015. La gonorrea en el colectivo masculino también se ha cuadruplicado en ese mismo período (273,3 casos por 100.000 personas) y la clamidia se mantiene al alza en hombres y mujeres con una tasa de 163,7 casos. Los expertos alertan de que se ha perdido la percepción de riesgo.

Barcelona registró 1.364 casos de sífilis y 2.470 de gonorrea en 2017. La mayoría, en hombres que tienen sexo con hombres. La clamidia también ha aumentado y crece un 73% entre 2015 y 2018 (2.687 infecciones). En este caso, no obstante, la mitad de los nuevos diagnósticos son mujeres.

La única infección de transmisión sexual (ITS) que se mantiene estable y, de hecho, ligeramente a la baja, es el VIH. El virus del sida afectó a 332 personas el año pasado, la mayoría (80%), hombres que tienen sexo con hombres. En 2017 se registraron 371 nuevos diagnósticos. Los casos de sida también se redujeron un 27%, de 51 a 37 casos en un año.

Con todo, el auge de las ITS no es nuevo. Tampoco único de Barcelona. Según el Ministerio, la gonorrea se quintuplicó en 10 años (8.722 casos en 2017). En ese mismo período, la sífilis creció un 155% (4.941 afectados en 2017).

“No podemos bajar la guardia en la prevención de la salud sexual y reproductiva”, insistió ayer la comisionada de Salud del Ayuntamiento de Barcelona, Gemma Tarafa. Estos microorganismos tienen una capacidad de contagio alta y, aunque disponen de un tratamiento antibiótico que suele funcionar muy bien, las cadenas de transmisión puede ser muy importantes. “Son de difícil control epidemiológico porque la gente no te suele decir quiénes han sido sus contactos sexuales”,

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