Famélicos, hambrientos. Hasta 20 millones de personas padecen inseguridad alimentaria en Yemen. De ellas, 15,9 pasan hambre, el 53% de una población que sufre la peor crisis humanitaria del mundo y se enfrenta a una hambruna inminente. “Los medios de vida han sido destruidos y los precios de los alimentos se han disparado más allá del alcance de la mayoría de las familias. La provisión de servicios públicos y las redes de seguridad social se han destrozado, los salarios en gran parte no se pagan y millones de yemeníes han agotado todos los medios para hacer frente. Está claro que el país se está acercando rápidamente a un punto de inflexión”, considera Daniele Donati, director adjunto de Emergencias de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), tras conocer los resultados del último informe de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF) elaborado por la FAO, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Los organismos internacionales alertan de la necesidad urgente de aumentar la ayuda humanitaria para salvar vidas mientras que en Estocolmo  se celebra estos días un encuentro entre los dos bandos auspiciado por el mediador de la ONU, Martin Griffiths, con el objetivo de terminar con los combates entre el Gobierno reconocido, apoyado por Arabia Saudí, y los rebeldes huthi, respaldados por Irán. La cifra de hambrientos ha sido uno de los detonantes para el diálogo en este enfrentamiento, que casi alcanza los cuatro años, y que es la causa principal de la inseguridad alimentaria en el país, según estima la ONU. A ello se suma la pérdida de medios de subsistencia e ingresos y el aumento del precio de los productos básicos. “Es alarmante”, considera Lise Grande, coordinadora humanitaria para Yemen. “Ahora mismo, 65.000 personas a duras penas pueden sobrevivir y al menos 250.000 se enfrentan a un año desolador”, declara.

En el Resumen Humanitario Mundial de la ONU, presentado la semana pasada en Ginebra,

 » Más información en elpais.es