La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio el martes un doble mensaje sobre el que hasta ahora conocíamos como coronavirus 2019-nCoV, y al que acaba de bautizar como Covid-19 o «enemigo público número uno», precisamente por el año en que apareció (a mediados de diciembre). En lo negativo, su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que el desarrollo de una vacuna se demorará, al menos, un año y medio; en lo positivo, por el contrario, apuntó que «si invertimos ahora (en medidas de control suficientes) tenemos una oportunidad realista de detener esta epidemia»,

Al comienzo de una mini-cumbre médica que concluirá este miércoles en Ginebra, donde más de 400 científicos examinarán los medios de lucha contra la epidemia centrándose en su transmisión y en los posibles tratamientos, los expertos de la OMS también se refirieron al posible origen del virus. Según Marie-Paule Kieny, científica de alto nivel de la organización, el análisis genético del Covid-19 sugiere que puede haber sido transmitido originalmente por murciélagos.

«Es muy similar a un coronavirus que se puede encontrar en ellos», explicó. Sin embargo, los investigadores no han encontrado muchos de estos mamíferos en el mercado de Wuhan, que se sospecha fue el centro del brote epidémico, lo que hace muy probable que el virus se transmitiera indirectamente de estos pequeños animales alados a los seres humanos a través de especies intermedias, añadió Kieny.

De momento, el director general de la OMS calificó este martes el coronavirus de «amenaza muy grave» para el mundo. No obstante, el 99% de los 43.146 afectados contabilizados hasta anoche aún se encuentra en territorio chino -Singapur (47 casos) y Tailandia (33) son los otros dos países que reúnen más-, y la tasa de mortalidad es del 2,35%, con un total de 1.018 fallecidos a nivel global y 4.347 pacientes recuperados.

«Enemigo público nº1»

«La primera vacuna puede estar lista en dieciocho meses,

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