Galicia está a punto de convertirse en la tercera comunidad autónoma que exige que los niños estén al día de la vacunación para poder matricularse en sus escuelas infantiles públicas. Una noticia que pone en la palestra nuevamente posiciones a favor o en contra de la obligatoriedad de las vacunas: libertad individual versus responsabilidad social. La posibilidad de obligar a estar vacunados para acudir a los centros escolares tiene aspectos positivos y negativos. Lo positivo es que así se consigue vacunar a la mayoría de los niños. Lo negativo, algo tan poco deseable como que los padres que no quieran vacunar a sus hijos se distanciarán del sistema educativo público. Lo ideal sería no obligar a nadie sino tratar de cambiar la conciencia de todos.

Irantzu Zubiaur. Bilbao

Puedes seguir EL PAÍS Opinión en Facebook, Twitter o suscribirte aquí a la Newsletter.

 » Más información en elpais.es