La masturbación ha superado muchos mitos. Ya nadie piensa que las sesiones de autoerotismo acabarán en ceguera, se habla del tema con los adolescentes cuando comienzan a encerrarse en el baño e incluso se empieza a tener claro que las mujeres también se masturban, gracias a la visibilidad de algunos juguetes eróticos, entre otras cosas. Pero el tema vuelve a ponerse tenso cuando se habla de masturbación y pareja; entonces vuelven esas ideas preconcebidas que gravitan en torno al sexo, y que se resumen en frases como ¿para qué te masturbas si tienes pareja? y ¿es que no te vale conmigo? El autoerotismo sigue siendo un tema de debate en la convivencia, la realidad es que cuando se une la idea de masturbación y pareja se unen, suman más que restan.

Los beneficios de tocarse ante la pareja

Los sexólogos coinciden en que sería positivo sacar la masturbación del armario, e incluso usarla como un complemento de la pareja. Una de las formas de derribar este muro es empezar a mostrar la masturbación dentro de la relación sexual y aprovechar, de paso, todos los beneficios que reporta. «Masturbarse delante de nuestra pareja es una práctica que puede reportarnos múltiples beneficios y que, además, nos ayuda a reforzar el vínculo». En concreto, esta práctica sexual «nos puede ayudar a descubrir los puntos de placer de nuestra pareja, el cómo le gusta que le toquen o acaricien, con qué presión y ritmo». También se aprende dónde están sus puntos más erógenos, por lo que «es un ejercicio que fomenta el clima de confianza con el otro», apunta la sexóloga Verónica Vivero.

El también sexólogo Alberto Álamo añade que «masturbarnos delante de nuestra pareja hace que esta se sienta deseada y gane confianza en la relación erótica». Para sacarle aún más jugo, el sexólogo propone «invitar a la pareja a que participe, o a que aprenda, ya que cada hombre y cada mujer tiene sus preferencias en cuanto a la forma de masturbarse».

Pese a que todo parecen ventajas,

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