La ciudad de Lleida ha recuperado este viernes una imagen que parecía ya olvidada, pero que retrotrae a los peores momentos de la pandemia, cuando los hospitales de media España estuvieron cerca del colapso. Los servicios de emergencias médicas de la Generalitat han levantado un hospital de campaña, junto al hospital más importante de la ciudad leridana, el Arnau de Vilanova.

Se trata de una instalación compuesta por tres módulos de treinta metros de largo donde pueden ser atendidas 105 personas. El equipamiento persigue dar apoyo al centro hospitalario y prestar atención de urgencias para enfermos de coronavirus. Lleida es uno de los focos activos más preocupantes para la Generalitat, que ha reconocido que la situación en esta zona está yendo a peor estos días. Los contagios se han vuelto a disparar y solo ayer se contabilizaron 128, casi el doble que hoy.

La consejera de Salud, Alba Vergés, que ha hecho un llamamiento a la población para que baje el ritmo, ha desmentido al director del centro de coordinación y alertas del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, quien afirmó que la Generalitat sea plantea hacer confinamientos selectivos en Lleida. «De momento no nos los planteamos», ha dicho. «El volumen de casos en Lleida comienza a ser importante y nos hace pensar que tendremos que actuar», ha asegurado esta mañana.

Se triplican los contagios

Por la tarde, Vergés, desde Lleida, ha reiterado su negativa a confinar alguna de las nueve zonas que en estos momentos registran algún brote en la provincia de Lleida. Las cifras, ha dicho, llaman a la precaución y a estar vigilantes, toda vez que en 10 días se ha triplicado el número de hospitalizados. En solo una semana, se han registrado 365 casos positivos en la provincia que en el inicio de la pandemia presentaba unos mejores guarismos pero en estos momentos tiene nueve brotes activos: en empresas agroalimentarias,

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