El cáncer se alojó en la casa de la familia Cotter en 2016. Steven, el hijo mayor, de seis años entonces, fue diagnosticado de una leucemia linfoblástica, un cáncer formado por linfocitos inmaduros, conocidos como linfoblastos. Estas células impiden el crecimiento del resto de células de la sangre. Es el tumor maligno más frecuente, constituyendo el 80% de los casos de la edad pediátrica. Tres años de lucha que acabaron el pasado sábado 14 de diciembre –domingo 15, en España–, cuando el pequeño, que vive en Norman (Oklahoma, EE UU), tomaba su última pastilla de quimioterapia, medicina que empezó a ingerir tan solo unos días después de ser diagnosticado.

En el video se ve primero un montón de botes vacíos de pastillas y cómo el pequeño mira el vaso de agua y las grageas con recelo y emocionado. Su padre le ayuda a que tome la medicación. Y, una vez consigue dar el trago, Steven es incapaz de contener las lágrimas: había vencido al cáncer –hace un gesto de victoria– y había acabado el tratamiento, por fin. A la vez, en la imagen, se puede ver como su hermano corre por la sala y su progenitor le abraza.

Este momento fue difundido por su madre, Ashley Cotter, en Facebook, según informa la ABC. “¡Gracias dios! Mi pequeño hombrecito tomó su última pastilla de quimioterapia. Qué cantidad de lágrimas de felicidad. Perdonad, no hay sonido, pero podéis sentirlo”, explica en esta red social. Con miles de reproducciones, el emotivo vídeo ha traspasado las fronteras de EE UU.

La mujer dio gracias a los usuarios de la red social colgando una foto en la que se ve a Steven, de nueve años, sentado en la mesa del salón con decenas de botes de pastillas junto al siguiente mensaje: “Esto solo es parte de lo que hemos vivido estos años, mi hijo ha luchado contra la leucemia siempre con una sonrisa en su cara y su cabeza bien alta. No puedo estar más orgullosa de él. Mi hijo le ha dado una patada en el culo al cáncer”.

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