En el mayor examen hasta la fecha de las consecuencias para la salud del ‘edadismo’ o discriminación por edad, en el que han participado más de 7 millones de personas, los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale han encontrado evidencia de que éste perjudica la salud de las personas mayores en 45 países de los 5 continentes.La Organización Mundial de la Salud pidió a la profesora de la Escuela de Salud Pública y el Departamento de Psicología de Yale Becca Levy que liderara el análisis como parte de su recién lanzada Campaña Global para Combatir el Edadismo, que cuenta con el apoyo de 194 países.El análisis se basó en una revisión sistemática de 422 estudios en todo el mundo. Hubo evidencia de los efectos adversos del edadismo en las personas mayores en el 96% de los estudios.»El alcance perjudicial del edadismo que nuestro equipo documentó demuestra la necesidad de iniciativas para superarlo», asegura Levy, autora principal del estudio, que publica la revista ‘PLOS ONE’.Este estudio de la Escuela de Salud Pública de Yale es la primera revisión sistemática del ‘edadismo’ que lo estudia simultáneamente tanto a nivel de nivel estructural, con el acceso denegado a la atención médica por ejemplo, y el edadismo de nivel individual, con el poder de los estereotipos de edad negativos inductores de estrés asimilados de la cultura para afectar la salud de las personas mayores.El equipo de Yale encontró evidencia de que el ‘edadismo’ provocó peores resultados en varias afecciones de salud mental, incluida la depresión, y en varias afecciones de salud física, incluida una esperanza de vida más corta.Diez estudios mostraron que cuando las personas mayores asimilan los estereotipos de edad negativos tienen una esperanza de vida más corta. Este hallazgo de supervivencia, que fue identificado originalmente por Levy en investigaciones anteriores, fue encontrado luego por los estudios de otros en varios países, incluidos Australia, Alemania y China.En el estudio actual, Levy y su equipo descubrieron que el edadismo afectaba negativamente si los pacientes mayores recibían o no tratamiento médico y, si recibían el tratamiento, en la duración, la frecuencia y la idoneidad del tratamiento proporcionado. Se encontró evidencia de acceso denegado a tratamientos de atención médica en el 85% de todos los estudios relevantes.En el 92% de los estudios internacionales de estudiantes y profesionales de la salud, hubo indicios de ‘edadismo’ en las decisiones médicas,

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