Las imágenes son elocuentes: corderos lanzados, pateados y golpeados. Un trabajador se tira repetidamente encima. Algunos, que no se tienen en pie, pasan a la cadena de producción, listos para consumir. Se trata del matadero Cárnicas Salvanés SL, según imágenes aportadas a este periódico por la asociación Equalia, que interpuso el lunes una denuncia por lo penal en los Juzgados de Leganés contra este negocio por vulnerar la ley europea de bienestar animal y encontrar anomalías en la higiene de las instalaciones. La empresa niega las acusaciones.

El vídeo -que se puede ver en la cabecera de esta información- comienza con una imagen de dron que sitúa el matadero. Está en Villarejo de Salvanés, al sureste de la región, y se trata de un negocio familiar que regentan tres hermanos y donde se sacrifican corderos, ovejas, cabras y vacas que posteriormente se consumen en la región madrileña y en zonas de Toledo. Dentro, con cámaras ocultas que han captado lo que pasaba desde el pasado junio hasta principios de septiembre, se ve a algunos animales que no son aturdidos antes de ser degollados. También a una oveja agonizando toda una noche, sin ser sacrificada. Violencia en el trato: lanzamientos, golpes con puertas o patadas. Y condiciones de higiene deficientes.

“El matarife desatiende sus funciones, de modo que algunos corderos pasan sin ser desangrados, permaneciendo colgados junto al resto de animales muertos. Uno de ellos llegó a estar colgado plenamente consciente hasta media hora, momento en que la imagen pierde el rastro del animal. No sabemos si fue desollado vivo”, explicó este martes David Herrero, coordinador general de Equalia, una organización que ha lanzado campañas similares contra otros mataderos en Segovia y Ávila.

Las imágenes difundidas muestran ovejas que no se sostienen en pie o están enfermas, y son llevadas a la cinta transportadora para entrar en la zona de desangrado. Una de ellas fue filmada agonizando la noche anterior. “Pasaron diez horas hasta que fue llevada a la zona de matanza”, explicó Herrero. La ley contempla que un animal que no pueda andar no será arrastrado ni transportado al lugar de la matanza,

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