Tanto al OMS como las asociaciones de pediatría de todo el mundo coinciden en que la lactancia materna es la mejor forma de alimentar a un bebé, con grandes beneficios a corto como a largo plazo tanto para el niño como para la madre. Sin embargo, muchas veces las dificultades a las que se enfrenta la madre a la hora de lactar terminan por truncar su voluntad de amamantar a su hijo. Una de estas dificultades son las molestias y el dolor al amamantar, muchas veces ocasionado por las grietas en el pezón, unos cortes que se producen en esta zona del pecho y que pueden llegar a ser tan dolorosos que la madre decida dejar la lactancia. Las grietas en el pezón son unos cortes que aparecen en esta zona de la mama que pueden tener diferentes formas (estrella, cruz, etc.) y que en ocasiones pueden incluso sangrar o supurar, lo que provoca mucho dolor, sobre todo cuando el bebé mama. Hay bastante consenso en que las grietas en el pezón se producen por un mal agarre o una mala succión del pecho por parte del bebé. Por lo general, y tal como señala Carlos González en su libro Un Regalo para toda la vida, es debido a que el bebé «tiene a boca poco abierta, sólo agarra el pezón, está demasiado alejado del pecho. Intenta hacer el vació en vez de mamar con la lengua», lo que provoca que la piel del pezón se dañe, y duela. Si esta posición no se corrige, no sólo no se curará, sino que irá a más. Por eso muy importante que, en cuanto hay dolor o molestias al amamantar, se retire al bebé hasta que se consiga una posición que no duela.Para evitar cualquier molestias o dolor y que no aparezcan las temidas grietas, la postura correcta sería:1. Acercando mucho al niño e introduciendo bien la areola dentro de la boca del bebé. La lengua debe presionar la areola, no el pezón. Para conseguirlo, su boca debe estar muy abierta y los labios hacia afuera.2.El cuerpo del bebé y el de la madre deben estar juntos -barriga contra barriga- sin que la madre se incline o esté en tensión.3.Las mejillas del bebé deben hincharse, no hundirse.Si no se consigue una correcta posición, lo mejor es recurrir a ayuda profesional, ya sea una matrona o a un grupo de lactancia.Una vez consigamos que el bebé adopte la postura correcta,

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