Hace ya algunos días que los colegios abrieron sus puertas. La normalidad se ha instalado en las aulas. Atrás quedaron los días en los que las familias se agolpaban en los comercios para recoger los libros y abastecer a sus hijos de cuadernos, estuches, lápices o bolígrafos para iniciar con éxito el nuevo curso escolar. Otro año más, toca también revisar las condiciones en las que quedaron las mochilas el pasado curso y reflexionar sobre qué modelo es el más adecuado para el traslado del material escolar al centro con el objetivo de evitar en los alumnos y alumnas futuros dolores de espalda. Una dolencia que en nuestro país aparece de manera excepcional antes de los 6 años, que aumenta a partir de los 10, y que entre los 13 y 15 años ya la han padecido el 51% de los chicos y el 69% de las chicas, llegando a partir de estas edades a tener una frecuencia similar a la de los adultos.

Con el objetivo de reducir estos porcentajes, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y la Red Española de Investigaciones en Dolencias de la Espalda (REIDE) han iniciado la campaña ‘Prevención de las Dolencias de la Espalda entre los escolares‘ que aconseja que los niños y niñas con edades comprendidas entre seis y 10 años adquieran los hábitos que les ayuden a prevenirlas y recomiendan adaptar a fascículos los libros de textos, utilizar tablets y que el peso de la mochila no supere el 10% del peso corporal del niño o de la niña.

Ignacio Martínez, traumatólogo infantil y cirujano en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, señala que, “aunque por consenso se ha aprobado que el peso de las mochilas que portan los niños y las niñas al cole debe representar el 10% de su peso, este puede oscilar en un 15% en niños y un 10% en niñas. Se trata de un 10% con matices, ligado a la constitución del niño o la niña,

 » Más información en elpais.es