Que los recién nacidos y las madres pasen todo el tiempo juntos desde el minuto cero. Y que, por lo menos, las dos primeras horas de vida se practique el piel con el piel. Esta es la recomendación de los expertos de todo el mundo desde hace años. Por su parte, los expertos de la Asociación Española de Pediatría (AEP), unos 14.000, explican en un comunicado que sus “beneficios son innumerables: es bueno para la adaptación a la vida extrauterina, disminuye el estrés, facilita la regulación térmica, la glucemia y la estabilidad cardiorrespiratoria, entre otros”. Pero advierten que “aún así, no debe descuidarse la vigilancia del pequeño y la madre, pues se han descrito casos de colapso neonatal durante estas primeras horas”.

Los pediatras inciden en que la implantación del contacto piel con piel como práctica habitual en los paritorios y maternidades ha puesto de manifiesto la aparición de episodios de colapso posnatal súbito e inesperado que, aunque continúan siendo un fenómeno muy poco frecuente, puede tener consecuencias graves. “Los datos sobre la incidencia, tendencia, evolución y pronóstico son variables debido a la falta de consenso en su diagnóstico, considerándose actualmente una infraestimación de los casos”, según señalan los expertos.

Además, estos argumentan que las horas más críticas son especialmente las dos primeras horas de vida del bebé, «aunque podríamos extender este tiempo hasta las 24». De ahí la necesidad de protocolizar el contacto piel con piel. “Debe realizarse esta beneficiosa práctica en los recién nacidos a término sanos. Es fundamental informar correctamente a los padres y contar con su consentimiento y colaboración”, aseguran.

Según explican, el procedimiento consiste: el secado y estabilización del bebé se realizará sobre el vientre materno; se comprobará el llanto, la respiración, el tono el color del bebé y se realizará el test de Apgar entre el primer y quinto minuto de vida, y se realizará el pinzamiento del cordón umbilical. “Es fundamental, llegado a este punto, colocar a la madre y al recién nacido en una posición correcta que evite la obstrucción de las vías respiratorias del bebé”,

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