El presidente del Gobierno tomó la decisión de ordenar el práctico parón de la economía española el sábado a primera hora de la tarde después de reunirse por videoconferencia desde Moncloa con el Comité Científico y con el Comité de Gestión técnico del coronavirus. El diagnóstico de los especialistas fue unánime: si no se reducía la movilidad del país a un 85% de los niveles habituales la transmisión del virus haría que el próximo fin de semana se colapsaran por completo las UCI de seis comunidades autónomas, que ya en la actualidad se encuentran al límite, y que una situación muy similar se diera en las unidades de cuidados intensivos de otras tres autonomías, que, sin estar en situación extrema en estos días, sí que se dirigen de forma inexorable a un momento crítico si continúan los contagios, aunque sean de manera muy contenida como hasta ahora.

Fuentes presentes en esas reuniones han explicado a este periódico que Pedro Sánchez, que durante los encuentros escuchó con suma atención las explicaciones, tomó la decisión de ordenar extremar el confinamiento cuando el equipo del jefe de Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, dejó claro al presidente que si no se lograba contener todavía más la transmisión del virus a partir de este fin de semana, España podría enfrentarse no solo al colapso de las UCI sino a una crisis del sistema asistencial/sanitario sin precedentes.

Vídeo.

Las UCIS rozan el colapso en algunas comunidades como Madrid. /
Atlas

La cara visible de la administración central de la lucha contra el coronavirus se negó a decir el nombre de esas nueve comunidades con graves problemas en sus UCI para no meterles más presión, aunque es sabido que Madrid y Cataluña encabezan el ránking. Lo que no hizo Simón fue ocultar este domingo la gravedad de la situación a la que se enfrenta el sistema sanitario: «aunque la transmisión se estabilice o incluso baje»,

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