Pedro Sánchez afirmó este sábado que uno de los objetivos más inmediatos del Ejecutivo es asegurar la provisión de mascarillas y otros materiales y no descartó fijar su precio, como recomendó hace unos días la Organización Farmacéutica Colegial. «Vamos a garantizar la provisión de mascarillas y de geles que necesitamos para la higiene en la medida de las posibilidades para los trabajaodres y el conjunto de la población en general», explicó el jefe del Ejecutivo durante su comparecencia.
Sánchez afirmó que se van a establecer unos «precios controlados» de estos materiales para que los colectivos más vulnerables puedan acceder a estos materiales de protección. «Es una exigencia de este Gobierno. Es un derecho que tienen los ciudadanos», recalcó. De esta manera se quiere terminar también con la especulación de un producto que es casi imposible en una botica. «A mí me avisaron por la noche de que en la farmacia 24 horas del barrio había llegado un paquete con mascarillas. Salí de casa, atravesé un descampado por si me cruzaba con la policía, y compré ocho unidades de muy mala calidad a 2,90, cuando su precio antes era de 0,30 céntimos, y solo se vendían en paquetes», relata una persona que pide guardar el anonimato.
Sánchez evitó pronunciarse sobre el uso generalizado de las mascarillas en la población. Una idea que no descartó el viernes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, aunque todavía la información de la web del ministerio aconseja que la mascarilla solo se utilice «cuando se tienen síntomas (tos, fiebre, falta de aire) o infección por coronavirus». Lo mismo señala la Organización Mundial de la Salud. Pero este enfoque empieza a tener detractores. El director general del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, George Gao, afirmó en una entrevista en la revista ‘Science’ que «el gran error en Estados Unidos y Europa es que las personas no usan mascarillas».