Consuelo D. F., la paciente de 86 años que murió asesinada el 2 de agosto de 2017 en el hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid), se encontraba muy bien de salud y tenía previsto recibir el alta médica al día siguiente. Así lo ha confirmado esta mañana el hermano de la fallecida, Carlos D., en la tercera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Madrid contra la auxiliar de enfermería Beatriz L. D., de 39 años. El familiar ha mostrado al jurado imágenes tomadas la mañana de su fallecimiento en los pasillos de la sección de Medicina Interna.

El hermano ha explicado que había ingresado en el hospital de Alcalá de Henares en julio tras sufrir una infección respiratoria y comentarle a los responsables de la residencia en la que estaba que allí no se la podían curar. La enferma, que sufría problemas de visión graves y de movilidad y era diabética, había mejorado en los días posteriores. «Había tenido muy buena evolución. Yo iba todos los días durante el desayuno y a darle de comer y cenar. El médico que la trataba nos dijo que le iba a dar el alta al día siguiente», ha destacado Carlos.

El familiar levantaba todos los días a la paciente para que no perdiera movilidad. También le hacía juegos para que no perdiera la memoria. Le recordaba nombres de toreros, de actores y refranes y la pedía que le recitara los nombres de los hijos y nietos de Carlos. Durante la mañana del día de su fallecimiento, estuvo incluso con el médico residente en el pasillo. Tras darle de comer, la sentó en la silla que había la lado de su cama y se marchó. «Era una persona muy dependiente. Ella sola no comía», ha explicado Carlos D.

Hacia las cuatro de la tarde recibió una llamada del hospital en la que le informaron de que Consuelo había fallecido por «un fallo multiorgánico», debido a su avanzada edad. A las seis, bajaron el cuerpo al mortuorio.

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