Según los datos que proporciona el propio ministerio de Sanidad, en España se recetaron en 2021 54 millones de cajas de ansiolíticos y 45, 1 millones de antidepresivos. Son cifras, teniendo siempre en cuenta que se producen en un contexto en el que uno de cada cinco españoles presenta síntomas compatibles con un cuadro depresivo (según estimaciones del Consejo General de Psicología en España), con implicaciones muy preocupantes.
La pandemia no ha hecho más que empeorar la situación: para hacernos una idea, en 2019 se consumieron en España 83,07 dosis de psicofármacos al día por cada 1.000 habitantes; en 2020 fueron 86,28 y en 2021 92,79. Esto representa un aumento del 7,5% en tan sólo un año (de nuevo, según los datos del ministerio de Sanidad).
De hecho, hace tiempo que incluso en las esferas políticas se discute que desde el sistema sanitario público español se está fallando en dar una respuesta adecuada a los problemas de salud mental. Y según algunas voces, como explica a 20minutos la doctora en Ingeniería Tisular Cardiovascular Esther Samper, autora del libro El lado oculto de la farmacia, esta ingente cantidad de recetas sería sintomática de estos problemas sistémicos.
«Se recetan a personas para las que no están indicados»
«Es un tema muy complejo»,