A pesar de que somos conscientes de que debemos cuidar nuestra espalda, no siempre llevamos a cabo todas las medidas necesarias para garantizar su salud y para evitar la aparición de dolores crónicos, puesto que esta dolencia es el segundo motivo más frecuente de consulta médica. Estirar todos los días, incluso aquellos que nos hacemos deporte, con ayuda de un kit de rodillos de masaje, practicar disciplinas como yoga o pilates destinadas a la relajación y al fortalecimiento de los músculos que rodean nuestra columna o nadar son algunas de las actividades que podemos llevar a cabo para ayudarnos. Pero, además, existen medidas efectivas que no requieren de invertir tiempo extra y que, sin embargo, son muy beneficiosas para la espalda.
Nos referimos a evitar el sedentarismo y el estrés, a apostar por una silla adecuada (mejor ergonómica) si pasamos largas jornadas sentados y a mantener una posición correcta tanto sentados como de pie. En este sentido, para ayudarnos a saber cómo tener la espalda erguida para evitar la aparición de molestias, podemos contar con la ayuda de un corrector de postura, un artículo cada vez más popular que nos «obliga» a mantener una posición y contribuye a la memoria postural para que, conforme se use, nuestro cuerpo esté erguido sin tener que llevarlo puesto.