Se estima que la mayoría de personas en el mundo consume entre 9 y 12 gramos de sal diarios, lo que está muy por encima del máximo diario recomendado. Esto resulta preocupante, si tenemos en cuenta que el consumo excesivo de sodio es uno de los principales factores de riesgo en las enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en el mundo.

El mecanismo por el cual la sal contribuye a la carga de las enfermedades cardíacas es principalmente por su efecto sobre la tensión sanguínea, ya que la eleva; a su vez, la hipertensión es un factor de riesgo de muchas enfermedades como el infarto de miocardio o el ictus.

Niveles reducidos de algunas proteínas

Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista científica British Journal of Pharmacology ha profundizado en la relación que tiene el exceso de sodio (componente de la sal) con otras patologías a través de su efecto en la hipertensión y ha encontrado que el consumo elevado de sal podría estar relacionado con un mayor riesgo de padecer demencia.

Para llegar a esta conclusión, sus autores utilizaron modelos murinos (ratones) a los que proporcionaron agua salada durante 12 semanas. Paralelamente, fueron monitorizando su tensión sanguínea, su función cognitiva y emocional y la fosforilación de la proteína TAU (un proceso patológico por el cual se acumulan formas defectuosas de esta proteína en el tejido cerebral) que se producía en ciertas áreas de su cerebro.

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