Ya desde los años 90 la cuestión de si el duelo prolongado debía considerarse o no una enfermedad mental ha generado mucha controversia. Mientras varios investigadores señalaban que las personas afectadas no recibían un tratamiento adecuado que pudiera ayudarles, al considerarse socialmente su sufrimiento como algo natural asociado al duelo; otros profesionales de la salud mental opinaban precisamente todo lo contrario. Es decir, que categorizar este duelo como un trastorno mental corría el riesgo de hacer patológico un aspecto fundamental de la experiencia humana por el que todos pasamos antes o después.

Todo esto acaba de cambiar radicalmente, ya que tras muchos años de debate la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) reconoce por fin el trastorno por duelo prolongado como una nueva patología mental incluyéndolo en su Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, conocido también como DSM-5-TR. Un documento que marca los trastornos por los que los médicos estadounidenses pueden facturar su tratamiento a las compañías de seguros y que en España junto al ICD -11 (siglas en inglés de Clasificación Internacional de Enfermedades) conforma las guías de diagnóstico y clasificación de los pacientes.

Según la propia APA es necesario aumentar la conciencia sobre el trastorno por duelo prolongado e incluirlo en el DSM-5-TR “significa que los médicos de salud mental, los pacientes y las familias compartirán una comprensión de cómo es el duelo normal y qué circunstancias podrían indicar un problema a largo plazo”.

 » Leer más