El primer caso oficial de coronavirus en EE UU apareció el domingo, en una enfermera de 39 años que había estado en Irán, Sin embargo, ha sido el segundo, detectado este , el que ha desatado el pánico en una gran metrópolis como Nueva York. El infectado es un hombre de negocios de cincuenta y tantos años que no había viajado al extranjero ni se le conoce contacto con ningún enfermo de coronavirus. El colegio de su hijo en la ciudad de Nueva York ha suspendido las clases.
Al igual que en Seattle, la falta de un eslabón que conecte al paciente con el virus hace temer que éste lleve semanas circulando sin ser detectado. El dedo acusador apunta al Centro para el Control de Enfermedades (CDC), que mantiene un férreo control de los kit de diagnóstico. La luz verde solo llegaba para a casos muy claros que pudieran vincularse a los focos de infección.
El gobernador de Nueva York Andrew Cuomo advirtió este martes de que el estado verá «docenas y docenas de casos», por lo que firmó una partida de 40 millones de dólares realizar mil pruebas diarias. «No es tan malo como la histeria sugiere», insistió. Pero en apenas una semana se han registrado más de 100 casos en 15 estados y nueve muertos.
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