Se considera uno de los momentos más felices en la vida de toda pareja pero también es uno de los ciclos vitales más importantes por los que atravesará la relación sentimental a lo largo de los años. Un embarazo es ilusión y esperanza pero también un reto importante que requiere de una solidez en los lazos que unen a los futuros padres para afrontar los miedos y el estrés que generará la llegada de un hijo.

Los preparativos, las dudas sobre la capacidad de cada cual para afrontar la paternidad/maternidad y también los problemas previos pueden ser el caldo de cultivo para desestabilizar a la pareja y originar peleas y discusiones. En este artículo analizamos cuáles pueden ser las principales causas de una crisis y cómo afrontarla.

Sufrir problemas previos suele ser uno de los principales motivos para que se desencadene una crisis de pareja durante el embarazo. Pensar que la llegada de un hijo puede ayudar a arreglar desavenencias anteriores nunca es una buena idea ya que, probablemente, acabarán por acentuarse si a éstas se le suma el estrés que conlleva un embarazo para ambas partes, las necesidades que hay que cubrir y las decisiones que se deben tomar en esa etapa.

Tener un hijo para satisfacer a la pareja puede convertirse en otro desestabilizador importante de la relación aunque no exista un problema previo entre ambas partes. Cuando uno de los miembros de la pareja no desea ser padre/madre o no se siente preparado para dar el paso conviene no forzarle solo por satisfacer el deseo de la otra parte.

Son varios los motivos por los que las relaciones sexuales pueden verse afectadas durante el embarazo y originar un conflicto en la pareja. La mujer puede experimentar un descenso del deseo, cambios físicos y hormonales que le hagan sentirse menos atractiva o bien miedo a hacerle daño al bebé si mantiene relaciones sexuales. Los hombres, por su parte, se pueden sentir arrinconados o relegados a un segundo plano por este desigual interés, tener temor a hacerle daño a la mujer o al feto o bien notar menos atracción hacia ella. Si se origina este desajuste y las cantidad y la calidad de las relaciones desciende puede provocar una crisis.

Si ya de por si los temas económicos y de gestión del dinero suele ser causa de conflicto habitual en la pareja,

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