Ingresó este jueves en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid porque había sufrido un aborto. Estaba embarazada de ocho meses. Dijo que se había caído en la ducha, que no había pasado nada más. Pero el personal sanitario vio otra cosa: hematomas y lesiones en el cuerpo de esta mujer que podrían haber sido los causantes del aborto. “Los médicos vieron lo que podrían ser indicios de maltrato”, cuentan fuentes policiales.

El centro avisó al Juzgado de Guardia y este, a la Policía Nacional, que sobre las 19.30 de la tarde se presentó en el Hospital, donde estaba la pareja, que llevaba dos años de relación: ella, bajo supervisión médica tras atenderla y él, acompañándola. Allí, “las contradicciones en sus versiones y el relato de los profesionales del Hospital” acabaron en la detención de J.B.C., de 34 años, por un “presunto delito de violencia de género”, según esas mismas fuentes.

La Policía llevó al presunto agresor, que se acogió a su derecho a no declarar, hasta el domicilio que compartía con su pareja, en la calle de Corpus Christi, para realizar un registro. Este viernes, el detenido ya ha pasado a disposición del Juzgado de Violencia sobre la mujer, que se encarga de las diligencias del caso.

La presidenta de la Comisión para la Investigación de malos tratos a mujeres Susana Martínez explicaba, en una jornada por el Día Internacional de de la Salud de las Mujeres el pasado 28 de mayo, que el embarazo es un momento clave para identificar la violencia machista por parte del personal sanitario: “Las revisiones médicas aumentan, las visitas de atención perinatal son una oportunidad crucial para la identificación del caso y su derivación. Los proveedores de atención médica son profesionales en los cuales las mujeres generalmente confían”.

Además, las expertas en aquella reunión incidieron en la especial vulnerabilidad de las mujeres y los fetos durante el embarazo. Marisa Pires, secretaria de la Comisión Técnica de Acciones en salud frente a la violencia machista en la Conserjería de Sanidad de Madrid aludió a las “consecuencias devastadoras” de esta violencia en este periodo.

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