No son graves, pero sí molestas. Las agujetas aparecen después de un ejercicio intenso al que no estamos acostumbrados, debido a una serie de pequeñas roturas en las fibras musculares.

Germán Díaz Ureña, profesor de Entrenamiento Deportivo, explicó a Saber Vivir lo que hay que hacer para no tener agujetas, así como concienciar sobre algunos mitos.

1. Cuidado con los estiramientos

Si bien los estiramientos, antes y después de hacer deporte, son buenos para evitar grandes tirones y lesiones, no necesariamente van a evitar las agujetas tras un ejercicio intenso. De hecho, hacer estiramientos bruscos o no hacerlos adecuadamente «añaden más tensión a los músculos implicados, lo que empeora la situación», añade el experto al portal de salud.

«Aunque todavía faltan más investigaciones que apoyen estos resultados, —sostiene el experto— existe la Facilitación Neuromuscular Propioceptiva (FNP) podría tener ciertos efectos positivos a la hora de reducir las agujetas».

Este método consiste en realizar una contracción isométrica (sin movimiento) de la musculatura durante unos segundos. Se relaja el músculo durante unos segundos y se va alternando con rango de movimiento de manera pasiva hasta notar de nuevo una ligera molestia. Y se va repitiendo el proceso.

2. Tomar sobres de glucosa o vasos de agua con azúcar

Es un mito.

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