Deshacerse del vello corporal de forma permanente es el sueño y el objetivo de muchas personas y es que, aunque muchas otras reivindican su naturalidad, hay quien prefiere eliminarlo de su cuerpo. Eso sí, esta decisión debe ser por elección propia y no por estética. Entre los motivos que impulsan a muchos a optar por tratamientos que lo erradiquen en su totalidad está el dolor, puesto que los métodos hasta ahora usados no eran precisamente muy agradables: la cera, además de dolorosa, puede dejar partes de la piel irritadas y con restos de producto difíciles de eliminar. Asimismo, utilizar este método en casa es casi misión imposible por lo que también hay que contar con organizarse para pedir cita en un centro especializado en el que puedan llevarla a cabo. La cuchilla, y el rápido crecimiento que provoca, y la maquinilla tampoco son los más efectivos en este sentido y, por ello, son muchos los que están apostando por otro tipo de tratamientos.
De hecho, hay una alternativa que promete resultados eficaces… ¡y sin dolor! Nos referimos a la depilación por luz pulsada, un método que estimula la producción de colágeno en el poro para reducir la aparición de vello. Nos permite tratar muchas zonas de nuestro cuerpo y muchos de los dispositivos que se usan para llevarla a cabo permiten personalizar el tratamiento para adaptarse lo máximo posible al tono de piel y el vello de cada persona para conseguir los mejores resultados.