Las grandes zonas metropolitanas han sido el principal núcleo irradiador de la pandemia a lo largo y ancho del planeta, pero sus habitantes no han sufrido las consecuencias de manera equilibrada.

La segregación económica que padecen casi todas las grandes áreas urbanas del mundo en general y de España en particular ha tenido su reflejo en esta pandemia, como lo tuvo en otras anteriores, en una mayor incidencia de la Covid-19 y una mayor mortalidad derivada de esta enfermedad en las zonas de rentas más bajas.

Así lo defiende el gijonés Usama Bilal, profesor asistente en la Universidad Drexel de Filadelfia, Estados Unidos, en un artículo publicado este lunes en la revista Panorama Social del think tank Funcas.

“Las consecuencias sobre la salud derivadas de vivir en la ciudad no afectan a todos por igual”, defiende Bilal en su artículo. “Las clases más desfavorecidas y las minorías raciales y étnicas tienden a vivir en zonas de las ciudades con peores condiciones de vida, más contaminación, escaso acceso a recursos, etc. Esto, junto con las propias limitaciones de medios por disponer de menor renta, además de otros aspectos, como la discriminación, hacen que la prevalencia de enfermedades, tanto crónicas como agudas, sea mayor en estos grupos”.

El primer punto básico de generación de desigualdades frente a la pandemia es la mayor exposición a situaciones de riesgo de contagio que tienen,

 » Leer más