Consumir menos y mejor carne. Conocer el origen del pescado. Dar prioridad a vegetales obtenidos de la forma más ecológica posible. Atender a la cercanía del producto… Diez pistas para comer dejando menos huella ambiental


01

Come menos
carne y mejor

La industria ganadera no solo es responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero, también consume una gran cantidad de recursos hídricos y de pastos para forraje. Según la Fundación Española de Nutrición, la cantidad ideal de carne para un adulto es de tres raciones de entre 100 y 150 gramos a la semana y siempre magra. Según el Ministerio de Agricultura, en 2018 cada español consumió una media de 46,19 kilos de producto fresco, transformado y congelado, lo que equivale a casi 900 gramos semanales. También hay que priorizar calidad a cantidad y que los productos de origen animal adquiridos, incluidos los lácteos, provengan de ganadería extensiva, aconsejan desde la agrupación de nutricionistas.


02

Pregúntate por
el pescado

“En la etiqueta debe figurar el lugar de captura, el nombre de la especie y el arte de pesca”, advierte José Luis García, responsable de Océanos de WWF. Una buena lectura de estos tres parámetros es imprescindible para cerciorarse de que el pescado salvaje que se adquiere es lo más sostenible posible. Para estar 100% seguros, hay que buscar el certificado del Marine Stewardship Council (MSC), que vela por la no sobreexplotación, la ausencia de impacto negativo sobre el medio ambiente y el cumplimiento de las normativas. En la pesca de acuicultura, el Aquaculture Stewardship Council (ASC) y su sello acreditan el respeto a la biodiversidad y los recursos hídricos y el uso adecuado del alimento de origen animal.


03

Apuesta por
el verde

“Come comida real, no demasiada, y principalmente vegetales”. Luis Ferreirim, responsable de Agricultura de Greenpeace, alude a esta frase del escritor Michael Pollan para resumir la base de una dieta sostenible.

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