En un mundo ideal, los niños no tendrían que poner ni un solo pie en el hospital. Nunca. Pero en el real, el nuestro, el defectuoso, muchos tienen que pasar el mal trago de acudir a él. Según un estudio el 40% de los niños hospitalizados siente dolor a diario. A él se suman el miedo, el desánimo, el aburrimiento, la incertidumbre, la rabia y la tristeza, que describen al hospital como un espacio ingrato.

Sin embargo, somos testigos de un giro. El hospital se está humanizando. “Cuando los niños contactan con espacios y estímulos nuevos, se olvidan de su enfermedad. Están más animados y colaboran mejor con pruebas y tratamientos”, señala Valle Sallés, vicepresidenta de Juegaterapia, una fundación que nació llevando consolas a niños con cáncer en un hospital y cuyo proyecto se ha extendido ya a más de 124 centros de toda España. “El juego ayuda en la recuperación. Cuando empiezan a jugar, dejan de ser enfermos en un hospital para convertirse en guerreros, princesas, superhéroes…”, asegura.

Así, cualquier elemento que anime, divierta o simplemente distraiga a los niños durante su paso hospitalario contribuirá a que se sienta un poquito mejor. Un campo de minigolf, triciclos para llevar la medicación, sesiones de cine ¡con palomitas incluidas!, coches que conducen al quirófano, camisetas de fútbol convertidas en batas… son algunas ideas. Las iniciativas que describimos a continuación no son nuevos tratamientos médicos para combatir una enfermedad, pero sí ayudan a que mejore el ánimo y eso repercuta en una mejor recuperación. Nos dejamos muchas fuera, pero aquí, una pequeña muestra de ellas.

1. El hospital cambia de look

Inspirados en investigaciones que han explorado la influencia del espacio en la salud, muchas unidades pediátricas se animan a cambiar las blancas paredes por lienzos llenos de color, personajes e historias. Los profesionales que trabajan diariamente con los niños notan sus efectos. “El nivel de sedación ha bajado significativamente en los niños que han pasado por una unidad del color -como le llaman a las unidades del dolor-”,

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