La Navidad se acerca y con ella aumenta la venta de juguetes para niños. Sin embargo, es importante saber identificar qué productos son los más adecuados para no poner en riesgo la salud de los más pequeños. Para ello, debido al Día Mundial del Niño que se celebró el 20 de noviembre, TÜV Rheinland, una compañía de seguridad y certificación a nivel mundial, nos brinda algunas recomendaciones.TÜV Rheinland indica que «se aconseja comprar los juguetes infantiles en lugares autorizados, evitando mercadillos, venta ambulante…». La razón está en que los juguetes adquiridos en lugares no autorizados suelen carecer de los requisitos legales que los hacen seguros.Estos elementos tienen que estar en un juguete para que este pueda ser considerado seguro. En el caso de que no estén presentes o no se informen de todos los riesgos explícitamente, el comprador puede denunciar esto en los organismos de consumo de su comunidad autónoma.De hecho, tal y como aconsejan los expertos, «hay que intentar verificar certificaciones adicionales como la de TÜV Rheinland, que ofrece una mayor garantía de calidad sobre el producto».Todos los juguetes deben exponer, de manera clara, en alguna parte del envoltorio para qué edad están recomendados. Esto es importante porque, por ejemplo, para los niños más pequeños no se fabrican juguetes que contengan piezas pequeñas. De hecho, cuando las hay ya se explica en el embalaje que no está destinado para niños menores de 36 meses, debido a que pueden meterlas en la boca y ahogarse.Además, tener en cuenta la edad garantiza un montaje sin problemas del juguete. Aunque los adultos pueden y deben ayudar, es importante que esta parte del proceso para disfrutar del regalo no entrañe riesgos para los más pequeños.Las pilas son un elemento que puede estar incluido en juguetes para niños que son muy pequeños y para los que las piezas pequeñas pueden ser un peligro si las chupan. Por esta razón, hay que cerciorarse de que este riesgo está contemplado en el embalaje o las instrucciones y de que la tapa solo la pueden abrir los adultos.Asimismo, los imanes también pueden provocar lesiones graves en los niños si los ingieren. No solo deben haber pasado el control de calidad correspondiente, sino que el juguete debe alertar de su presencia para que los adultos puedan supervisar que los niños no se los meten en la boca.Las videoconsolas u otros dispositivos tecnológicos acercan a los niños a juegos que son muy educativos.

 » Más información en 20minutos.es