La práctica de ejercicio físico es un hábito muy sano pero que, si no se hace con regularidad y de forma adecuada, puede ocasionar agujetas.

Uno de los remedios caseros más extendidos para acabar con estos dolores musculares ha sido consumir un vaso de agua con azúcar, un consejo que, sin embargo, no funciona como se pensaba y ha pasado a formar parte de uno de los falsos mitos más populares.

Las agujetas son microlesiones de las fibras de la musculatura o pequeños procesos inflamatorios de ésta. La intensidad del dolor de las agujetas dependerá del número de microroturas que se hayan producido dentro del músculo. Estas roturas dolerán más cuando no se está acostumbrado a un determinado movimiento y sobre todo tienen lugar las llamadas ‘contracciones musculares excéntricas’, momentos en los que la musculatura debe contraerse de forma más fuerte, y que generalmente tienen lugar al subir o bajar las escaleras o bien al hacer sentadillas, por ejemplo.

El dolor de las agujetas suele aparecer a las 24 horas, llegando a hacerse más fuertes a las 48 horas, y empezando a desaparecer a partir de las 72 horas. Pueden durar hasta diez días.

Realizar un entrenamiento específico que trabaje las zonas implicadas antes de la práctica del deporte es la mejor manera de evitar agujetas Sin olvidarnos de realizar una pequeña sesión de recuperación con estiramientos a posteriori para evitar las sobrecargas.

Se recomienda un inicio o reinicio progresivo, de menos a más, de la actividad deportiva, y sin grandes cargas o esfuerzos iniciales

Por último, tampoco se debe descuidar el descanso, sobre todo si al día siguiente se pretende realizar otra jornada de entrenamiento. Alimentarse debidamente, así como respetar las horas de sueño entre jornada y jornada, además de permitirse disfrutar más de la actividad, ayudará a que el cuerpo se recupere debidamente.

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