No importa la estación del año en la que nos encontremos, la piel sufre los cambios de temperatura y los poros se agrietan, se desgastan y a veces incluso salen rojeces. Si quieres evitar este tipo de problemas cutáneos es muy recomendable que hagas uso de las mascarillas faciales. Ahora que tenemos tiempo con el confinamiento, qué mejor manera de tratar nuestra piel que con una mascarilla casera.

Las siguientes mascarillas son aptas para todo tipo de bolsillos, pues se trata de mascarillas caseras hechas con productos que cualquiera tiene en casa.

Es importante destacar que previamente a cualquier mascarilla debemos limpiar bien el rostro con un limpiador facial o desmaquillante y aplicar un buen tónico. Es muy importante este paso porque la suciedad se acumula en los poros generando impurezas y exceso de sebo, las células muertas van generando una capa que entorpece el proceso de regeneración.

Para mejorar la piel y dejarla suave, necesitamos: una cucharada de yogurt natural , una cucharadita de miel y unas gotitas de limón natural.

Mezcla los ingredientes hasta que el resultado se asemeje a una pasta homogénea, aplícala en el rostro unos 30 minutos y después retira la mascarilla con agua tibia.

Para esta mascarilla mezcla dos cucharadas de avena con leche, si la piel es seca, o con agua, si la piel es grasa, hasta formar una pasta suave; extiéndela sobre la piel, déjala 15 minutos y enjuaga con agua tibia.

Para eliminar la piel muerta, puedes probar con una crema hecha a base de una tacita de azúcar moreno sin refinar y medio vasito de aceite de oliva o de coco. También puedes añadir unas gotas de esencia de lavanda o de rosa para perfumar tu fórmula casera. Úsalo después del baño, y luego aclárate el cuerpo con agua sin jabón.

Para esta mascarilla facial necesitaremos dos almendras, una cuchara sopera de miel y una cucharadita de limón. Tritura las almendras con un mortero hasta conseguir un polvo muy fino, añade la miel y después el limón. Después, aplícalo con suaves masajes circulares por el rostro y déjalo secar durante 15 minutos.

En este caso necesitamos medio aguacate y una cucharada de aceite de oliva. De nuevo, mezcla los productos hasta lograr una pasta y aplícalo sólo durante 15 minutos. Utiliza agua tibia también en esta ocasión y disfrutarás de una piel más hidratada.

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