A Ben Affleck no le sonríe la fortuna últimamente. A sus reiterados problemas con el alcohol se suma una racha encadenada de películas de escasa repercusión que han mermado su posición en la industria cinematográfica. Su nuevo proyecto, The way back, que aún no tiene título en español, parece haberse convertido en la metáfora perfecta de cómo la vida personal y la profesional pueden entrecruzarse y sacar algo bueno de ello. En su nuevo trabajo, del que se acaba de publicar el primer trailer, el actor da vida a Jack, un alma aparentemente perdida que padece depresión y alcoholismo.

No hace falta explicar más para encontrar el paralelismo con los años convulsos que Affleck lleva viviendo a causa de su afición al alcohol y a las sucesivas recaídas –algunas de ellas frente a las cámaras– que han convertido su vida en una montaña rusa de ingresos para desintoxicarse y nuevos episodios de evidentes borracheras. En el filme, Jack, interpretado por Aflleck, le dice a la mujer que trata de ayudarle: «Estoy bien». Pero la vida diaria de Jack consiste en ducharse y beber antes de ir a trabajar, ir al trabajo y beber en el trabajo, volver a casa y beber en casa. Un círculo caótico que parece interrumpirse cuando le piden que entrene al equipo de baloncesto del colegio en el que antiguamente él mismo fue una estrella.

Ben Affleck ha publicado este avance en sus propias redes sociales expresando lo mucho que significa para él su nuevo proyecto: «Estoy muy orgulloso del increíble equipo que lo respalda. Aquí está un primer vistazo de The way back, una historia de resistencia y redención. En los cines este marzo», escribió en su Twitter. A nadie se le escapa el paralelismo entre la película dirigida por Gavin O’Connor y la situación en la que se encuentra el actor, y todo el mundo quiere ver en ella la oportunidad de redención que le otorga a su personaje su regreso al baloncesto.

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