Barcelona avanza mañana un paso más en el proceso de desescalada. Las playas de la capital catalana estarán abiertas por primera vez desde el inicio del confinamiento para el uso no deportivo. Es decir, los barceloneses podrán emplear los arenales de la ciudad para pasear, como máximo una hora al día. No así para darse un chapuzón. Y es que los baños siguen vedados para uso recreativo y solo pueden nadar quienes entren al agua para hacer deporte y de forma individual.
Para ello, desde hace dos semanas, se han habilitado dos franjas horarias. De 6 a 10 de la mañana, para nadadores y surfistas, y de 8 a 11 de la noche, en el caso de federados. A partir de mañana, de 10 a 12 horas y de 19 a 20 horas podrán acercarse las personas mayores y de 12 a 19 horas las familias. En un principio, el concejal de Seguridad, Albert Batlle, había anunciado este martes por la mañana que tomar el sol también estaría permitido a partir de mañana, pero horas después el Ayuntamiento ha aclarado que en la fase 0 no está permitido extender la toalla y tumbarse al sol.
El Ayuntamiento de Barcelona autoriza las caminatas por la arena para descongestionar el paseo marítimo, que en los últimos días ha ofrecido algunas imágenes de una cierta aglomeración, como las que han corrido por la red de la playa de la Barceloneta. De acuerdo a la normativa del proceso de desescalada, solo podrán pasear en la playa, y por espacio de una hora, aquellas personas que vivan como máximo a un kilómetro de los arenales, pues esa es la distancia permitida para las caminatas en el desconfinamiento.
Barcelona entró ayer en la fase 0,5, una especie de etapa intermedia entre el 0 y la 1, de tal manera que las tiendas abrieron ayer en la capital catalana,