La Junta de Andalucía tuvo constancia desde la segunda quincena de julio de un incremento en los casos de listeriosis en la región, que ya se ha cobrado la vida de una anciana. Así consta en el informe que el Servicio de Seguridad Alimentaria dependiente de la Consejería de Salud y Familias remitió a las ocho delegaciones territoriales de la comunidad el 19 de agosto, cuatro días después de que se decretara la alerta alimenticia por el brote de la bacteria hallada en la carne mechada La Mechá, al que ha tenido acceso este diario.

En el informe se detalla que “el Punto de Contacto de Andaucía nos ha informado que desde la segunda quincena de julio se había detectado un incremento, en relación a los casos esperados en base a los datos de años anteriores, de casos de listeriosis en Andalucía”. La Consejería explica que el 5 de agosto se declaró un brote de toxinfección alimentaria en una localidad de la provincia de Sevilla y que entre los días 12 y 14 de agosto se declararon otros brotes. La Junta no envió las primeras muestras de carne para ser analizadas hasta el 8 de agosto -de La Mechá y de otro fabricante- de acuerdo con el documento interno del Laboratorio Municipal de Sevilla.

La Junta de Andalucía cuenta con un protocolo de vigilancia y alerta de la listeriosis actualizado a septiembre de 2011 en el que se establece que se define como alerta: “un caso de listeriosis, así como dos o más casos que tengan una relación epidemiológica”. En el citado protocolo se señala que “se considera alerta en Salud Pública un caso de esa enfermedad por ser EDO [enfermedad de declaración obligatoria] de declaración urgente, así como es alerta un brote epidémico o agrupación inusual de casos de esta enfermedad”. En ese caso, se advierte de que “la sospecha de alerta se debe investigar y comunicar de manera urgente a los Servicios de Vigilancia Epidemiológica”. El Gobierno andaluz tuvo constancia de un incremento inusual en julio, pero no aplicó el protocolo de inmediato.

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