MERCEDES BORJA

Bronceado

Si a los pocos días de habernos expuesto al sol y haber tenido la piel dolorida y enrojecida, notamos que la piel se nos descama o pela por algunas zonas, no hay duda, nuestra piel se ha quemado. Esto es una mala noticia, pues según alerta la Academia Española de Dermatología y Venereología, con cada una de estas quemaduras aumentan las probabilidades de padecer cáncer de piel en el futuro y de un envejecimiento prematuro de la piel.

Lo mejor para que esto no ocurra es seguir las recomendaciones del Ministerio de Sanidad en materia de protección solar, pero si el daño ya está hecho y te has quemado, hay algunas recomendaciones que podemos seguir para que las secuelas -tanto estéticas como de salud- sean menores.

¿Por qué nos pelamos?

Aunque nos veamos mejor y con un aspecto más saludable, broncearse no es, ni mucho menos algo sano para nuestra piel, pues se trata de un mecanismo que pone en marcha nuestra dermis ante la agresión externa que suponen los rayos ultravioleta. Este mecanismo es la melatonina, que oscurece y protege la piel. Cuando la capacidad de la piel para producir melatonina en inferior al grado de exposición, la piel se daña y se producen quemaduras de primer o segundo grado.

Esta capacidad de protección depende sobre todo del tipo de piel, por lo que una persona con la piel muy clara se quemará a los pocos minutos de exponerse sin protección. El resultado es una quemadura —generalmente de primer grado— que se manifestará a las pocas horas en forma de enrojecimiento, dolor, picor, escozor, inflamación… y al cabo de unos días en forma de descamaciones. La piel quemada se desprende y aparece una epidermis nueva.

Cuidados antes y después de pelarnos

Una vez producida la quemadura, es muy difícil que consigamos no pelarnos, pero siguiendo algunas recomendaciones antes y durante el periodo de renovación de la piel, conseguiremos que los daños sean menores. Ante una quemadura solar, autoridades sanitarias, como la Consejería de Sanidad De Castilla La Mancha y la Academia Española de Dermatología y Venereología, recomiendan:

  • En cuanto notemos alguno de los síntomas de quemadura solar, la primera precaución es dejar de exponernos al sol de manera radical manteniéndonos a la sombra,

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