Francia ha empezado a juzgar este lunes el mayor escándalo sanitario de las últimas décadas. Causó la muerte de al menos 500 personas, aunque algunas estimaciones elevan la cifra hasta 2.100. Este caso desveló un mundo oculto de conflictos de interés entre laboratorios y autoridades reguladoras. Entre 1976 y 2009, unos cinco millones de franceses consumieron Mediator, un fármaco contra la diabetes, pero que se usaba para adelgazar. La pastilla, fabricada por la farmacéutica Servier, causaba lesiones cardiacas y pulmonares.  El macroproceso, que durará seis meses, sienta en el banquillo a 14 personas físicas y 11 jurídicas, entre ellos Servier y la Agencia nacional de la seguridad del medicamento.

El caso Mediator pone en entredicho tanto a la segunda farmacéutica francesa, un grupo familiar fundado por el ya fallecido Jacques Servier, como a los reguladores. La primera vendió durante 33 años 145 millones de cajas de un producto cuyos efectos en la salud supuestamente se ocultaron de forma consciente a los consumidores. Los reguladores, a veces con vínculos estrechos con la farmacéutica, no vieron o hicieron la vista gorda ante las advertencias que se sucedían sobre la nocividad del medicamento. Hasta el 30 de abril, los jueces tratarán de aclarar quién supo qué, y cuándo, en el mayor escándalo sanitario desde el caso de la sangre contaminada en los años noventa, cuando miles de personas se infectaron de sida y hepatitis a través de transfusiones.

Las acusaciones son graves. Las personas físicas afrontan la acusación de “engaño agravado”. Las jurídicas, de “homicidio y heridas involuntarias”. El juicio, que se celebra en el Tribunal Correccional de París, podría aplazarse si los abogados de Servier logran que los jueces acepten varias “cuestiones prioritarias de constitucionalidad”. Esto obligaría a elevar estas cuestiones al Tribunal de Casación. Supondría un nuevo aplazamiento en un caso que estalló hace una década, cuando Irène Frachon, una neumóloga del hospital universitario de Brest, en Bretaña, hizo saltar la alarma sobre aquel medicamento quitahambre camuflado en medicina para la diabetes.

Si finalmente el juicio se celebra,

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