Filipinas se prepara para vacunar frente a la polio a millones de niños tras el diagnóstico de la  enfermedad en dos menores, los primeros casos en el país en más de dos décadas. Se trata de una niña de tres años en Lanao del Sur (isla de Mindanao) y un niño de cinco de una barriada del área metropolitana de Manila.

En ambos casos se trata de virus derivados de la vacuna, una forma de transmisión de la enfermedad que puede producirse de forma muy excepcional cuando las campañas de vacunación son incompletas o irregulares. El viceministro de Salud filipino, Rolando Enrique Domingo, admitió el pasado viernes a Reuters que el alcance de estas campañas «se ha visto reducido en los últimos cinco años». 

«Hemos aprendido la lección, es hora de movilizarse y realmente empezar a vacunar a todos los niños, asegurándonos de que la campaña se mantiene todos los años», añadió. Según Domingo, la inmunización frente a la polio solo llega al 70% de los menores de cinco años del país, muy lejos del 95% considerado seguro.

Afganistán y Pakistán son los dos últimos países «en los que la polio sigue siendo endémica por el virus salvaje», explica Fernando Moraga-Llop, vicepresidente primero de la Asociación Española de Vacunología, mientras que «Nigeria sufrió el último caso en 2016».

La declaración del brote, formalizada por la autoridades el pasado día 19, llega en un momento especialmente delicado para Filipinas, que desde enero hace frente de forma simultánea a sendos brotes de dengue y sarampión que han causado ya más de un millar de muertos.

También es un momento problemático para la reputación de las vacunas en el país tras la controvertida campaña contra el dengue desarrollada en 2016, la primera llevada a cabo en el mundo contra esta enfermedad. Un grupo de expertos designados por el Gobierno filipino relaciona la vacuna utilizada, Dengvaxia, con la muerte de 119 niños. La empresa fabricante, Sanofi, insiste en la seguridad de la presentación.

 » Más información en elpais.es