Los huracanes nos evocan imágenes de vientos fuertes, lluvias torrenciales y fuertes inundaciones que derivan en daños inmediatos y muchas veces, irreparables.
Sin embargo, existe una amenaza silenciosa que acecha detrás de estos peligros naturales: la rápida propagación de enfermedades y el impacto en los servicios de salud.
Los huracanes pueden aumentar la exposición a enfermedades infecciosas ya que dejan tras su paso zonas inundadas, el lugar preferido por los mosquitos para su reproducción.
Por sobre esto, se espera que el cambio climático derive en temperaturas más elevadas, cambios en los patrones de precipitación y un aumento de los eventos climáticos extremos, lo que deriva en una mayor incidencia de las enfermedades transmitidas por el agua y por vectores. Además, los eventos climáticos severos pueden resultar en daños a las instalaciones de salud, dificultando la atención de personas necesitadas y un flujo creciente de pacientes.
Ni los brotes de enfermedades ni los desastres naturales respetan las fronteras nacionales, y el Caribe, son su multiplicidad de islas, es particularmente vulnerable a ambos.
Entre diciembre de 2013 y julio de 2014, el virus chikunguña se propagó a más de 350.000 personas en el Caribe.
En 2014, luego del paso de las tormentas tropicales Bertha y Cristóbal, la República Dominicana sufrió uno de los peores brotes de chikunguña en la historia del Caribe, afectando a seis por cada diez dominicanos y una de cada cuatro personas infectadas faltó al trabajo, causando pérdidas económicas equivalentes al 0,2 % del PIB.
Dos años después, un brote de zika en toda América Latina y el Caribe dejó al descubierto déficits en el estado de preparación y la capacidad de respuesta que no fueron solucionados adecuadamente luego del brote de chikunguña de 2014.
Enfermedades como el zika y el chikunguña son transmitidas por mosquitos y pueden pasar de isla en isla a través de personas que tienen el virus. Los síntomas de ambas dolencias incluyen fiebre elevada, dolor en las articulaciones, dolor de cabeza, dolor muscular y sarpullido.