El dilema no es baladí. Nos hemos aficionado a la finura de esta crema de garbanzos, a su textura suave, a su mediterráneo exotismo, a la facilidad para preparar y, sobre todo, degustar el hummus de mil maneras distintas. Tanto ha crecido la afición por esta elaboración que la industria alimentaria se ha propuesto el noble objetivo de librarnos del breve, pero valioso, tiempo que lleva prepararlo. Han hecho suya la receta y le han dado mil vueltas para convertirla en una tentación saludable, barata e inmediata, hasta le han dado sabor a salsa barbacoa para quienes no probarían los garbanzos aunque fuera el único alimento limpio tras una debacle nuclear. Pero su ayuda tiene consecuencias colaterales: debemos adentrarnos en el terreno de los alimentos procesados, y en este reino necesitamos una buena guía si queremos elegir los productos más sanos y nutritivos. Afortunadamente, contamos con la opinión de Beatriz Beltrán, profesora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética y una impagable cicerone entre los lineales de los ultramarinos y los supermercados.

Más fibra y menos grasa, una combinación ganadora

Se diría que todo el hummus es garbanzo, pero la legumbre no siempre entra en tromba en las tarrinas y barquetas de los supermercados. Sí, alguna marca alcanza hasta el 88% de garbanzo en su producto -la lista de ingredientes recoge esta información-, pero lo normal es encontrar cantidades en torno a la mitad, y algunos hummus tienen niveles de este ingrediente inferiores al 40%. Es interesante asegurarse de que el fabricante no ha racaneado con los garbanzos: «Como legumbre, es una importante fuente de proteína de elevada calidad, y tiene una cantidad de grasa muy limitada», dice Beltrán. También contiene vitaminas como el ácido fólico y minerales como el calcio y el hierro. Además, los garbanzos son ricos en fibra, y «en nuestra población la fibra es un nutriente que normalmente está en déficit, por lo que todo alimento rico en él es, en principio, recomendable».

Es importante buscar la fibra de los garbanzos,

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