Los vecinos de Las Tablas, al norte de la capital, se pueden felicitar de que pronto tendrán un centro de salud en su barrio, tal y como anunció el pasado martes la Comunidad de Madrid. No tendrán tanta suerte los vecinos de Carabanchel, al sur, que llevan 16 años reclamando tres nuevos ambulatorios para sustituir a los actuales, antiguos, degradados y obsoletos. La combinación de las dos noticias a enervado a los vecinos del sur, que se sienten en desventaja con los del norte.
“El desequilibro es total. Estamos hablando de barrios vulnerables y con mucha población mayor. La Comunidad atiende al norte y no al sur. Hemos sido pacientes pero los ánimos están muy caldeados”, explica Elena Sigüenza, portavoz de la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Carabanchel. Esta coordinadora, que algutina una quincena de entidades del distrito, se manifestó el pasado martes para para reclamar que la Comunidad construya las infraestructuras ya comprometidas.
Esther Gómez, concejal del distrito de Carabanchel y vecina del barrio, estuvo presente en la protesta. “No me cabe la menor duda de que sigue habiendo por parte del Gobierno del PP un claro sesgo de atender a la población según donde viven, y siguen manteniendo ese desequilibro territorial entre norte y sur”, señala Gómez. “No puede ser que la población de Carabanchel tenga peores condiciones para acceder a la sanidad pública que otras zonas de Madrid. Sobre todo ahora que Carabanchel es el distrito más poblado de Madrid, con 245.000 habitantes”.
Un portavoz de la Consejería de Sanidad defiende la nueva infraestructura en Las Tablas, en la que se van a invertir 10 millones de euros. “Las Tablas es una zona básica nueva, no tenía centro de salud, y había que hacerlo. Servirá para atender a 30.000 habitantes, 10.000 de ellos niños, que hasta ahora tenían que desplazarse a Sanchinarro”, dice el portavoz. “En Carabanchel hay ocho centros de salud, y los tres que piden los vecinos están planificados”, añade. Uno de ellos debe construirse en la calle Antonio Leyva, pero la Comunidad reclama que se cambie su uso,