Una carta informativa de la Asociación Española de Pediatría (AEPED) a todos sus socios sobre el aumento de casos del mal llamado «shock pediátrico» ha alertado a los medios de comunicación generalistas. En realidad, se trata de una insuficiencia cardíaca provocada por una miocarditis cuyo origen suele ser una infección viral.
Lo que ha ocurrido es que, en el contexto actual de la pandemia por el virus SARS-CoV-2, se ha reportado un aumento de casos, tanto de niños en edad escolar como de adolescentes, con un cuadro que empieza con dolor abdominal y vómitos, antes de evolucionar hacia hipotensión y taquicardia. Estos síntomas suelen requerir su ingreso en Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos.
Los casos recientes descritos en Francia, Reino Unido, EEUU y España estudiaron al ingreso por protocolo la presencia o no del virus SARS-CoV-2 mediante técnica de PCR, y en algunos fue positiva. De ahí que levantaran la voz de alarma.
El músculo cardíaco inflamado
Para situarnos un poco, en Pediatría la miocarditis aguda es una enfermedad cardíaca provocada por la inflamación del músculo cardíaco infantil.
En la mayor parte de los casos se desencadena por una infección vírica previa, aunque el virus también puede aparecer durante el cuadro. Se ha relacionado con virus como Coxsackie A y B, Influenza A y B, adenovirus, parvovirus B19, citomegalovirus, Epstein Barr, varicela zóster, herpes simple, virus herpes humano 6 o viruela.
No acaba ahí la cosa. En ocasiones se ha visto que la miocarditis está causada por bacterias como los estafilococos, los estreptococos, el meningococo, Salmonela, Difteria, Haemophilus influenzae y Mycoplasma pneumoniae, entre otras. Y también hay casos relacionados con hongos, parásitos, toxinas o respuestas inmunológicas inadecuadas, entre ellas la enfermedad de Kawasaki.
Sea cual sea el origen, no es una enfermedad baladí. De hecho, se trata de la causa más frecuente conocida de insuficiencia cardíaca crónica que deriva en trasplante de corazón.