El miedo al contagio del coronavirus empieza a tener efectos directos en el sector turístico internacional más allá de las fronteras chinas. En el puerto italiano de Civitavecchia, situado a unos 80 kilómetros al norte de Roma, a los alrededor de 6.000 pasajeros, entre ellos algunos españoles, a bordo de la nave ‘Costa Smeralda’, fletada por la compañía Costa Cruceros, se les ha impedido este jueves bajar a tierra después de que una turista chinas presentara leves síntomas gripales, entre ellos fiebre.
Se teme que pueda estar enferma del virus causante de la epidemia de neumonía originada en la ciudad de Wuhan, que ha provocado hasta el momento la muerte de 170 personas en China y más de 6.000 contagios.
La señora y su marido, que está bien de salud, se encuentran aislados en las dependencias médicas del barco, al que subieron en el puerto de Savona, en el norte del país, después de llegar al aeropuerto milanés de Malpensa el 25 de enero.
Se espera que a lo largo de la tarde se sepa qué tipo de afección sufre la mujer, a la que se le han hecho pruebas médicas que están siendo estudiadas en el hospital Spallanzani de Roma, especializado en enfermedades infecciosas. A bordo del crucero hay 751 ciudadanos chinos, la mitad de los cuales se embarcaron igualmente en Savona el 25 de enero.
Según Vincenzo Leone, comandante de la dirección marítima de la Guardia Costera en la región del Lacio, a la que pertenece Civitavecchia, la situación a bordo de la nave de Costa Cruceros «no es preocupante» y se están siguiendo todos los protocolos de seguridad previstos en estos casos.
El barco ‘Costa Smeralda’ llegó a Italia tras realizar etapas en las ciudades españolas de Palma de Mallorca y Barcelona y la francesa Marsella.