La realidad del coronavirus en la Comunidad de Madrid ha provocado situaciones nunca vistas hasta la fecha. El cierre de colegios, institutos, museos, teatros o cine para luchar contra la propagación del virus. Y en la misma línea, el Gobierno regional decidió crear una única coordinación de la sanidad madrileña, tanto a nivel público como privado.
El objetivo primordial de esta iniciativa pionera es que se añadan unas mil camas de cuidados críticos para aquellos pacientes que requieran monitorización y respiradores. Según los datos del Ministerio de Sanidad, la Comunidad de Madrid contaba en 2017 (últimos datos oficiales) con 20.458 camas, de las cuales públicas -incluidas las de Defensa- eran 13.878 y privadas, 6.580. En el Sistema Nacional de Salud, hay 153.443 en los hospitales de ambas gestiones.
Es un ambicioso proyecto que incluye más medidas de atención asistencial «intermedia», entre la asistencia domiciliaria y la hospitalización, como indicó el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Consiste en una estancia medicalizada que se llevará a cabo con afectados leves que no pueden estar en su casa y que se tratarán en hoteles, pabellones u otros espacios. Las compañías Room Mate y Ayre ya comunicaron que cedían tres hoteles para ser medicalizados. Sin embargo, es una decisión criticada por sindicatos y CC OO «no lo ve necesario». Pero las autoridades insisten: el objetivo es «descargar de actividad asistencial a los hospitales para que puedan centrarse en los casos más graves y otras patologías».
Otra de las novedades del plan atañe a los pacientes de residencias de mayores que den positivo por coronavirus serán atendidos en las propias residencias. Desde este jueves, los ciudadanos pueden llamar a su centro de salud para poder contactar con su enfermero y médico de familia; eso sí, siempre en el caso de que tenga dudas de estar contagiado.
Suspensión
Otra aspecto que se modifica es el protocolo para saber si una persona está contagiada o no.