Las comparaciones son odiosas, pero cualquiera que analice lo que está sucediendo con el coronavirus de Wuhan tendrá en mente la crisis sanitaria que provocó el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés) entre los años 2002 y 2004. Aquella pandemia se cobró casi 800 vidas en 37 países, y el virus que la provocó infectó a 5.327 personas en China. La Comisión de Salud de China ha elevado este jueves a 170 los muertos por el brote del nuevo coronavirus en el país y a un total de 7.711 los casos confirmados, repartidos en 31 provincias chinas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha convocado para este jueves un nuevo comité de emergencia para reevaluar el riesgo de la crisis sanitaria. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó este miércoles, tras una reunión en China con el presidente Xi Jinping, la necesidad de continuar con una «intervención fuerte y seria» como la que se se lleva a cabo ahora en Wuhan para evitar el riesgo mayor, la aparición de nuevos focos.

Gráfico: el coronavirus de Wuhan, una amenaza que ha roto fronteras

En la sureña provincia de Guangdong se confirmaron los primeros contagios de extranjeros en China -tres estudiantes, dos australianos y un paquistaní-, y es evidente que el número final de afectados será mucho más abultado, porque casi 10.000 casos sospechosos están pendientes de confirmación y hay más de 55.000 personas en observación. Afortunadamente, la mortalidad del 2019-nCoV es aún notablemente inferior a la del SARS -en torno al 3%-, y anoche la cifra de fallecidos se quedó en 132. No obstante, la situación en la provincia de Hubei, epicentro del virus, preocupa: el propio gobernador, Wang Xiaodong, calificó la carencia de material médico de «severa».

LA CLAVE:

Progresión.

China confirma más de 6.000 afectados en solo mes y medio, y la cifra de fallecidos asciende a 132

En esta coyuntura, diferentes países han tomado medidas drásticas.

 » Leer más