Sami, un niño de 11 años que padece Trastorno del Espectro Autista, ha escrito una carta en la que pide que no trasladen a su profesora, Inmaculada, del centro Alejandro Rubio de Guadalix de la Sierra. Esta docente lleva nueve años trabajando con los alumnos del aula de «los girasoles» (como llaman en el centro a la clase para los alumnos con necesidades) del colegio público Alejandro Rubio en comisión de servicio pero tiene su plaza en un centro en Colmenar Viejo, según informan fuentes de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid.

Los profesores que se encuentran en esta situación tienen que ser renovados por la dirección del centro cada año, que también tiene la potestad de suspender la comisión de servicio. Es el caso de Inmaculada, que el día 14 de mayo fue informada de que no seguiría el año que vienen en el Alejandro Rubio. «El director del colegio tiene un proyecto educativo en el que no está planeado que continúe esta profesora», explican fuentes de la Consejería de Educación de la Comunidad. 

«Llevo ocho años en este cole y una de las profes que más me ha ayudado ha sido Inma […]. Yo habría tenido muchos problemas para el estudio y para relacionarme con los demás de no ser por ella», explica Sami al inicio de su carta. Según la madre del niño, Maribel Chalarca, Sami escribió la carta la semana pasada y la tituló Carta abierta para todos. «Estábamos preparando un escrito para quejarnos al AMPA y él dijo que también quería hacer una carta y nos preguntó que a quién se la tenía que dirigir. Como no queríamos decirle que se trataba de una decisión del director, le dijimos que la escribiese para todo el mundo», cuenta Chalarca. Al día siguiente la llevó a clase, la entregó a los profesores y la leyó a los compañeros de su clase, según relata su madre. 

El colegio Alejandro Rubio es uno centro en el que los niños con trastornos en el aprendizaje asisten a un aula especial durante algunas horas del día para compensar sus dificultades.

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