“Trump está al volante, ¿qué puede salir mal?” El nutricionista Juan Revenga define con esta frase irónica la decisión de la Administración estadounidense de “flexibilizar los menús en los comedores escolares”. El encargado del Departamento de Agricultura del Gobierno de Donald Trump, Brandon Lipps, explicó en rueda de prensa las nuevas normas que regularán el Servicio de Alimentación y Nutrición escolar, que principalmente se basan en la flexibilidad de raciones en cuanto a verdura y fruta y en permitir que los niños coman a la carta, lo que para los expertos provocará que la pizza, la hamburguesa o las patatas fritas vuelvan a los comedores de las escuelas de la nación.

“Hacemos estos cambios porque nosotros conocemos mejor a los niños”, sugirió Lipps el pasado viernes. El funcionario también justificó estos cambios en la necesidad de que se deje de tirar comida en los centros. Según la propuesta, a las escuelas se les permitiría reducir la cantidad de ciertos tipos de verduras que se sirven en el almuerzo. Las legumbres, que se ofrecen como alternativa a la carne, y las patatas también entrarán en este apartado, informa AP.  Además, a las escuelas se les podrán ofrecer menos cantidad de fruta. Ya en 2018, la Administración Trump flexibilizó los niveles de sodio, aprobó el uso de leches azucaradas y allanó el camino para el uso de las harinas blancas frente a las integrales.

Medios estadounidenses han visto en estas palabras un ataque directo al anterior programa que fomentó e introdujo la ex primera dama, Michelle Obama –el anuncio de las nuevas medidas se hizo el día de su cumpleaños–. Un programa denominado Let’s Move (proyecto que comenzó en 2010), con el que la antigua moradora de la Casa Blanca recorrió toda la geografía estadounidense enseñando a niños y padres la importancia del deporte y de comer sano con la creación, incluso, de un huerto en la propia residencia presidencial. La Asociación para una América más saludable, que preside la propia Obama, denunció en un comunicado que la nueva normativa es un error y que hay que «poner la política a un lado,

 » Más información en elpais.es