Nadie diría que Justin Bieber tiene solo 25 años. Por su trayectoria, carrera, logros y fracasos podría haber vivido dos, tres veces más. La vida le ha cundido al canadiense, que a la edad a la que muchos aún viven de papá y mamá ha lanzado 10 discos, acumulado una fortuna de más de 75 millones de euros, tenido un puñado de novias (algunas de ellas conocidas en todo el mundo), acariciado la fama, se ha casado y ha atravesado —y no saliendo precisamente indemne— una depresión. 

Pero precisamente su juventud le ha servido de lanzadera. Justin Bieber está ahí para recuperarse y renacer de sus cénizas, y 2020 se presenta como un año dorado para él, que hace ya varios que es carne más de los tabloides que de las listas de éxitos. Aunque ha lanzado canciones sueltas en 2017 y 2019 (la exitosa I don’t care, junto a Ed Sheeran), su último álbum data de noviembre de 2015. Pero el siguiente está, para alivio de sus fans, al caer. Tal y como ha anunciado, lo lanzará este mismo año, y la prueba es que ya anunciado un par de canciones, dando título y colaboradores de las mismas: la primera de ellas se titula Yummy.

Pero lo que ha hecho ver que Bieber quiere comunicarse con sus fans, volcarse en ellos como antes, es un documental que ya está publicitando en sus redes sociales y que se llamará Seasons («estaciones» o «temporadas»). Son 10 capítulos que verán la luz cada lunes y miércoles a partir del 27 de enero en YouTube, la plataforma que le dio el estrellato: fue ahí donde empezó a colgar sus vídeos cuando era apenas un crío y tocaba la guitarra, casi tan grande para él entonces como su rubio y famoso flequillo. 

«¿Quieres que empecemos hablando sobre los cuatro últimos años?». Esa es la primera pregunta que le lanza el productor en los segundos iniciales del tráiler. «Guau…», responde él, serio y reflexivo,

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