El Minsiterio de Sanidad rompió este martes por la noche su silencio respecto a la compra de parte del material sanitario que ha contratado de emergecia desde el inicio de la pandemia de coronavirus. En total, se han destinado 350.293.032,08 euros a la adquisición de 5.689.000 kits de diagnóstico, 496.800.000 mascarillas de protección respiratoria y 20.160.000 unidades de otros equipos de protección individual como guantes o gafas de protección.
El importe corresponde a siete contratos de suministros de emergencia y de un octavo relativo a la puesta en marcha de una campaña de publicidad institucional para la difusión de mensajes relativos al coronavirus (que ha costado 4,5 millones de euros).
Entre ellos se incluye la polémica adquisición en marzo de 659.000 test defectuosos por un precio de 17,1 millones de euros a la compañía china Shenzhen Bioeasy Biotechnology -que no se encuentra en la lista de proveedores recomendados por el Gobierno chino-. La compra se hizo a través de la empresa española Interpharma, cuya identidad se había mantenido hasta este martes por la noche en secreto, hasta que el propio Gobierno publicó el contrato.
De ese pago, Sanidad adelantó algo más de la tecera parte, 6.988.035 euros, cuando Bioeasy envió una partida de prueba de 58.000 kits de diagnóstico. Estos fueron analizados por el Instituto Carlos III, que determinó que la sensibilidad de estas pruebas era del 30%, cuando esta debía ser del 80%. Por tanto se consideraron defectuosos y, según el Ejecutivo, se procedió a la devolución del envío. Un dinero que ya habría recuperado el Tesoro Público ya que Interpharma asegura haber asumido los gastos de este adelanto.
Esto significa que el Gobierno contrató la compra de test que resultaron ser fallidos a un precio de 26 euros por unidad.
Otra de las compras del ministerio que dirige Salvador Illa corresponde a la adquisición de 5.030.000 kits de diagnóstico rápido que podrían ser los que Sanidad está distribuyendo a las comunidades autónomas,