Es probable que se produzca una hinchazón del tejido del muñón después de la operación. Esta hinchazón (edema) es una reacción normal a la operación. Se puede prevenir aplicando presión por toda la superficie.

El objetivo de aplicar presión por toda la superficie del muñón es reducir la intensidad del edema del muñón y dar forma al muñón para la adaptación protésica posterior. Esta compresión del muñón facilita la adaptación de su prótesis, lo que significa que usted obtendrá su adaptación protésica en menos tiempo. Además, propicia la circulación sanguínea del muñón mitigando el dolor y favoreciendo el proceso de curación.

Se emplean diversas técnicas de terapia de compresión: cubrir el muñón con vendas elásticas, usar medias de compresión o llevar una venda prefabricada de silicona conocida con el nombre de liner de silicona.

Vendajes

Una vez retirado el vendaje de la herida o la escayola del muñón, se aplican vendajes de compresión empleando una técnica especial de vendaje. Su terapeuta o el personal de enfermería vendará su muñón durante los primeros días y semanas después de la operación. Este tipo algo complicado de compresión con vendas elásticas ofrece la ventaja de poder adaptar el vendaje de forma personalizada a su muñón y nivel de amputación.

El vendaje se quita con frecuencia para examinar la evolución del muñón, comprobar si el edema va disminuyendo y ver cómo cambia la cicatriz. Al principio, esto se hace a intervalos muy cortos: a veces se vuelve a quitar el vendaje después de solo media hora para asegurarse de que el muñón no se ha vendado demasiado apretado ni demasiado flojo. Entonces, con el paso del tiempo el vendaje de compresión se lleva puesto varias horas, p. ej., antes y después de haber llevado puesta la prótesis provisional.

Más adelante, el personal de enfermería o sus médicos le podrán mostrar cómo ponerse la venda de compresión por sí solo. Pida que le expliquen con detalle el proceso de vendaje para evitar errores que podrían provocar que el muñón vuelva a hincharse, se irrite o resulte herido por arrugas en el tejido o por vendarlo demasiado apretado. No utilice imperdibles de metal, sino cinta adhesiva para sujetar las vendas. Así se evita que se produzcan lesiones.

Es importante lavar las vendas muy bien. Dado que las vendas absorben el sudor, hay que lavarlas a diario con detergente o jabón suaves. A continuación se recomienda enrollarlas en una toalla para que pierdan la mayor parte del agua. Después de esto no tienda las vendas; es preferible extenderlas para que se sequen. Solo así mantendrán su elasticidad.

Tiene que llevar puesto el vendaje de compresión todo el tiempo hasta que se cure el muñón. Tan pronto como todo haya curado y después de haber consultado a su médico, técnico ortopédico o fisioterapeuta, usted podrá intentar dormir una noche sin el vendaje. Si a la mañana siguiente el muñón volviera a presentar una hinchazón pronunciada, habrá que continuar con la terapia de compresión.

Medias de compresión para el muñon

En lugar de vendas, también se pueden usar medias de compresión. Estas medias son también elásticas y están disponibles en varias tallas. Si no le viniese bien ninguna de las tallas estándar, se pueden hacer también a medida. Al igual que las vendas elásticas, hay que lavar las medias a diario y extenderlas para que se sequen sin perder su elasticidad.

La ventaja de las medias para el muñón es que se pueden poner y quitar fácilmente. Para sujetarlas puede usar ligueros atados a un cinturón o un cinturón pélvico unido firmemente a la media.

Terapia de compresión

Liners de silicona

Además de las vendas elásticas y las medias para el muñón, los liners de silicona son otra opción para aplicar compresión. Al igual que las medias para el muñón, los liners de silicona están disponibles en tallas estándar o hechos a medida. El liner ejerce una presión constante sobre el muñón, dándole la forma correcta al tiempo que la silicona elástica y cuidadosa con la piel vuelve la cicatriz suave y tersa.

La mejor forma de ponerse el liner es volverlo del revés y desenrollarlo uniformemente sobre el muñón. En otras palabras, no tire de él hacia arriba como si fuese un calcetín y asegúrese bien de que no se formen arrugas ni burbujas.

Lave su liner a diario con agua tibia y jabón dermoprotector sin perfume. Si usted padeciese de sudoración excesiva, debería limpiarlo más de una vez al día y usar probablemente un desinfectante. Pida a su técnico ortopédico que le explique con detalle los cuidados que hay que darle al liner, y respete las instrucciones de uso.